martes, 22 de julio de 2008

El bueno, el malo y el feo

Más que algo interesante o ingenioso, se trata de un hecho común y corriente: siempre se reconocen aspectos propios en las personalidades ajenas. El error consistiría básicamente en considerarlos propios y no rasgos genéricos que se toman prestados de un enorme charco de convenciones para hacer un lienzo de retazos que se firma con la certeza de una autoría absoluta. 
De estas casualidades de confeccionamiento provienen las más cáusticas ilusiones, desde parejas potencialmente ideales y amigos(as) inseparables, hasta la certeza de la reencarnación de conocidos en pequeños animales domésticos. Repito: casualidades de confeccionamiento y nada más. 
Mi punto, si tengo alguno, es que siempre veo algo mío en los demás (todos lo hacemos, no es sólo mi narcisismo recalcitrante), lo cual genera identificación y simpatía o simple rechazo. Por otro lado, queda claro que no todos dejan algo nuevo en mí y quienes lo hacen, no siempre logran que ahí permanezca. Pensando en todo esto, se me ocurrió lo siguiente: escribir en un párrafo de la longitud requerida una lista con la descripción en tercera persona de aquéllos que me vinieran a la mente por algún motivo para ver si alguien se siente aludido (aunque algunos rasgos no son tan evidentes como parecería).
Bueno, los dejo con mi pequeña versión de adivina quién. Yo estoy por ahí también. Comenten. Díganme qué refiere a ustedes y qué refiere a mí. Humor me... jajaja.


1. Sabe lo que la gente va a hacer, pero no deja de esperar que la/lo sorprendan.
2. Tiene el autoestima infundamentadamente alto.
3. Es incómodo estar con él/ella porque sé que quiere estar más cerca.
4. Es un(a) ávido(a) lector(a) iletrado(a).
5. Se siente más libre de estar incompleto(a).
6. Pierde el hilo de sus propias anécdotas.
7. Está actuando permanentemente.
8. Todo el tiempo me pone a prueba.
9. No sabe para lo que es bueno(a) y constantemente lo confunde con lo que no le sale nada bien.
10. Se rodea de gente que no le agrada.
11. Es la única persona que sabría regalarme algo que me guste y no sólo porque le guste también a él/ella.
12. Es excelente en todo y eso lo hace mediocre en general.