viernes, 23 de noviembre de 2007

Música

Huelo tu miedo amargo y veo en tu sonrisa el ritmo de la posibilidad.
Lo bailo lento mientras imagino lo que piensas, mientras construyo una vaga suposición de lo que soy y lo que quiero ser hoy para después intoxicarme de arrepentimiento.
Mi sombra te escala por las piernas, terca, liviana y sincopada, contradiciendo el sentido de las luces y retando a la razón.
Estoy empapada de aire, respirando sudor y mi mirada dura se levanta en un suspiro hueco frente a la deliciosa angustia de saberme muchas frente a uno, de posar como tuya sin poseer a nadie.
Estoyenmediotocosinmoverundedoescuchoelecodeunpardenotasperdidasentrelaspalabrasquenosedijeronnuncaymeacelero.
Todos me miran.
Después de un rato me doy cuenta de que la música ya se terminó.