miércoles, 5 de noviembre de 2008

"Tercer ojo" o "A falta de recursos me inclino por ignorar lo de la crónica y presento un breve texto que, como todo, no tiene que ver casi con nada""

En un pedazo de alfombra donde las anécdotas de ex-reos duran más que las sentencias mismas, donde la marihuana es alucinógena y la noche se robó sin previo aviso 4 de las más preciadas horas de la madrugada, veo una copa plástica de vino rodar sin complejo alguno, regodéandose por ser tan copa y los demás tan vasos. Ahí, con menos peluca y más torpeza, con un tercer ojo medio miope y astigmático (no veo por qué el tercero habría de ser diferente a los otros dos... aunque tal vez no lo veo por la condiciones previamente mencionadas, quién sabe...), ahí me siento y me duermo pensando en que tal vez, sólo tal vez, debí de haber comprado más cigarros. Se me antojó un muffin, jugar con el perro que antes era pequeño y aventarme de algún lugar muy alto.
Moraleja: el alcohol mata neuronas (y a veces tobillos).